martes, 25 de septiembre de 2007

Ibicencas




Aunque entre ellos las llaman “las Mactas”, son las ibicencas, porque nacieron en Ibiza y hacen furor en España y todo el Mediterráneo.

¿Las ven? Sandalias deliciosamente cómodas y super cancheras, con suela de goma de auto y cuero. Se llevan en los pies- hombre y mujer, desde luego-, en el bolso, ataditas y colgadas del cuello.

El tiempo las embellece : envejecen bien.

Hechas por Mario Mactas y María Hegouaburu, para “María H”.




Escalofriante

Miedísimo la nota que salió en el Diario La Nación este sábado. Nuestros legisladores-y sus ideas- son deslumbrantes:


Quieren regular cómo caminar por calles peatonales
Multa para quien no vaya por la derecha

Un diputado porteño presentó un insólito proyecto para ordenar el desplazamiento de la gente por las calles peatonales de la Capital. La propuesta consiste, básicamente, en que los transeúntes tengan un sentido de circulación obligatorio, que sería siempre con el hombro derecho lo más cerca posible de la línea de edificación.

¿Y si alguien se pasa de la vidriera que buscaba y necesita retroceder? ¿O si el empleado de un local u oficina quiere ir a, por ejemplo, un quiosco situado a la izquierda? En esos casos, el peatón deberá cruzar al lado opuesto, caminar en sentido contrario y volver a cruzar perpendicularmente al domicilio que busca. Y, si no cumple, podrá ser sancionado con una multa o algún otro tipo de castigo, según lo previsto por la iniciativa.

El autor del proyecto es el diputado Abelardo García, presidente del Partido Conservador Popular, único miembro del bloque homónimo e integrante del interbloque de la Coalición Cívica. Ingresó en la Legislatura en diciembre, al quedar vacante la banca que ocupaba uno de sus predecesores en la lista del Partido de la Ciudad, que en 2003 apoyó la candidatura a jefe de gobierno de Aníbal Ibarra. Su labor parlamentaria no había consignado la atención... hasta ahora.

Hubo incluso diputados que, según confiaron en privado, supusieron que se trataba de un texto redactado "en chiste" cuando lo leyeron por primera vez. Pero no: está registrado y lleva el número de proyecto 2104-D-2007.

Continuar leyendo la nota aquí

eltoquemactas@gmail.com
Mery

lunes, 17 de septiembre de 2007

jueves, 13 de septiembre de 2007

Mario recibió el premio konex



Fue ayer, en el aula magna de la Facultad de Derecho de la UBA

eltoquemactas@gmail.com

martes, 11 de septiembre de 2007

Misteriosas aventuras de M.Appeal


Juega conmigo

El miércoles abro el correo en la computadora y hay un mail de Charly: “M.appeal, has aparecido. Yo, aquí, en la agencia, muy bien.
Veo que te tensó la lectura. Eso me gusta. Sabía que ibas a absorber la historia, tanto que ahora sigue ahí, recorriendo tus venas de forma acelerada y eso te irrita un poco, pues es difícil controlarlo, ¿verdad? Llevas el alma por fuera, calma.
Claro que todo esto es un juego, pero serio, lo que significa, directo. Pongamos que aquí, mi papel será el del tenista profesional. Pero cuidado, él no será el protagonista, el tenista es el estímulo, tu estímulo. Tu único propósito será darme coordenadas, precisas, de lo que sucede a tu alrededor. Sólo eso. Confía en mí, mis movimientos serán elegantes.
Un beso del tenista."
No puedo creer lo que leo, alguien que se llama Charly, un desconocido que me regala un libro en el avión con destino a Río de Janeiro, ahora me dice que será mi estímulo, y yo qué, me pregunto. Esto me molesta, aunque algo me inquieta. Tal vez sea divertido.
Suena el teléfono. Atiendo y escucho la voz de la Gerente de la empresa en la que trabajo. Me pregunta cómo me fue en el viaje, y si descansé lo suficiente para la reunión que me espera, en su oficina, a las 5 de la tarde. Dudo un poco la respuesta, pero le contesto que sí, que tengo material de San Pablo que le va a interesar. Me corta porque tiene un llamado en espera.

Continuará
En Buenos Aires

M.appeal

lunes, 10 de septiembre de 2007

El ojo arbitrario

El inspector Wallander


Kurt Wallander.
Ya no es joven, el inspector de policía de Ystad , sur de Suecia, cielos grises de Bergman, vientos fríos del demonio. Duerme poco Wallander: no puede con el abandono que le propinó hace ya mucho tiempo Linda, la mujer. No puede con una leve, solapada depresión que lo acompaña como perro fiel.

Está chupando demasiado , el inspector Wallander, que vive solo y escucha ópera a toda pastilla casi como un acto de piedad con él mismo.

Claro que Wallander es inteligente y honesto: no todos lo son en la comisaría de Ystad que es el mundo en pequeño, bien mirada. Por allí pasa de tanto en tanto el mal , en sus formas rabiosas y negras: tráfico de gente, de armas, de drogas, conjuras políticas criminales, odios que vuelven desde el pasado para sacudir vidas asentadas , prolijas.

El melancólico Wallander se pone en marcha. Organiza a su gente -mientras no deja de advertir que lo traicionan y le serruchan el piso- , busca huellas, recoge datos, deduce, piensa, y , si es necesario, se juega el cuerpo.

Al descubrir misterios apestosos, descubre también que no se vive en un lecho de rosas. No es que no lo supiera: lo confirma .

Wallander es la criatura del gran escritor Henning Mankell - Estocolmo, 1948 -, y “ trabaja” , digamos, en títulos como “Cortafuegos” y “El hombre sonriente.” Son varios más, pero así está bien, como aperitivo.
(Tusquets)


Mario.


Publicado en clarín.com: www.weblogs.clarin.com/eltoquemactas
eltoquemactas@gmail.com

jueves, 6 de septiembre de 2007

Misteriosas aventuras de M.Appeal


En Buenos Aires
Dejo a Giuliano. Y a Río. Sé que voy a extrañar sus curvas calientes. Y su atmósfera de limbo.
El avión que me lleva de regreso a Buenos Aires me permite terminar mi libro. Vuelvo a leer uno de sus últimos párrafos: “las habitaciones silenciosas parecían sin aire, como si supiesen que Frank nunca volvería y hubieran decidido retirarse al pasado secreto de las conversaciones con un vehemente tenista profesional, que había aterrizado en la costa y descubierto, en una somnolienta urbanización de playa, un elixir que despertaría al mundo.”
Llego a Ezeiza, y respiro una bocanada del aire que pesa. Faltan sólo unos días para la primavera. Yo quiero darme una ducha. Pero pienso en cómo empezar otra vez, cómo se hace para estar aquí, en mi ciudad.
El taxi me deja en la puerta de mi casa. Entro y piso las facturas atrasadas. También veo en el suelo del living, la invitación a un evento que resulta imprescindible para la marca que represento. Debo ir a esa fiesta, y me necesitan alerta, de modo tal que tengo que olvidarme de Río de Janeiro y de Giuliano.
Sin embargo, hay una persona de la cual no puedo alejarme. Pienso en Charly. Decido mandarle un email: “Hola Charly, ¿cómo estás?
Te escribo porque no dejo de pensar en el libro que me diste en el avión. Tiene saber y poder. Ese saber se transformó en el alimento de mis días en Brasil, condimentado con pizcas de poder. Pero posee un secreto, que se me escapa. Sólo lo percibo.
¿Podrás darme una pista, así puedo moverme mejor en este juego que-creo, no me equivoco-vos me propusiste?
Besos.”
Continuará
M.appeal