jueves, 6 de septiembre de 2007

Misteriosas aventuras de M.Appeal


En Buenos Aires
Dejo a Giuliano. Y a Río. Sé que voy a extrañar sus curvas calientes. Y su atmósfera de limbo.
El avión que me lleva de regreso a Buenos Aires me permite terminar mi libro. Vuelvo a leer uno de sus últimos párrafos: “las habitaciones silenciosas parecían sin aire, como si supiesen que Frank nunca volvería y hubieran decidido retirarse al pasado secreto de las conversaciones con un vehemente tenista profesional, que había aterrizado en la costa y descubierto, en una somnolienta urbanización de playa, un elixir que despertaría al mundo.”
Llego a Ezeiza, y respiro una bocanada del aire que pesa. Faltan sólo unos días para la primavera. Yo quiero darme una ducha. Pero pienso en cómo empezar otra vez, cómo se hace para estar aquí, en mi ciudad.
El taxi me deja en la puerta de mi casa. Entro y piso las facturas atrasadas. También veo en el suelo del living, la invitación a un evento que resulta imprescindible para la marca que represento. Debo ir a esa fiesta, y me necesitan alerta, de modo tal que tengo que olvidarme de Río de Janeiro y de Giuliano.
Sin embargo, hay una persona de la cual no puedo alejarme. Pienso en Charly. Decido mandarle un email: “Hola Charly, ¿cómo estás?
Te escribo porque no dejo de pensar en el libro que me diste en el avión. Tiene saber y poder. Ese saber se transformó en el alimento de mis días en Brasil, condimentado con pizcas de poder. Pero posee un secreto, que se me escapa. Sólo lo percibo.
¿Podrás darme una pista, así puedo moverme mejor en este juego que-creo, no me equivoco-vos me propusiste?
Besos.”
Continuará
M.appeal

1 comentario:

B dijo...

me vas a decir que se cayó de párpados??? (una pequeña infidencia de mi madre) han pasado muchos años y me quedó grabada, me ENCANTA tu toque