miércoles, 17 de octubre de 2007
martes, 9 de octubre de 2007
El Rey
En España, manifestaciones de grupos chicos, furibundos, provocadores, han dedicado tiempo a salir en los medios cuestionando la figura del Rey Juan Carlos y de la Corona como institución que consagra la extraordinaria Constitución española, cimiento de un reino democrático que se elevó sobre la guerra civil, el franquismo, las divisiones sangrientas, y llevó al país hacia el futuro con un enorme Nunca Más como consigna.
Llevado allí por los días y las cosas del vivir, llegué, precisamente, cuando se producía la inolvidable transición, la armonía entre enemigos , los históricos pactos: una primavera exultante y jugosa, todo el mundo a vivir , a ilusionarse, a empezar de nuevo, con tremendos obstáculos – pasado y presente dormían aún en la misma cama- , pero siempre con la vitalidad y la comprensión del rumbo que iban a llevar a España al pelotón de punta de las naciones modernas. El Rey lo hizo posible, y la Corona garantizó el proceso. Un rey para republicanos y monárquicos, para la derecha y para la izquierda.
Desde luego, fueron por su reparación y su identidad las antiguas nacionalidades que forman España, con sus lenguas y su visión , siempre con matices y detalles , con posiciones diferentes entre sus pueblos , entre sus individuos y sus instituciones. Pero se avanzó de modo nunca visto. Sin decirlo, se dijo vamos, vamos hacia allá, y en el camino veremos cómo resolver las diferencias. En todo momento, el Rey fue clave.
Por eso, después de haber estado más de una década en España – sin regresar a la Argentina en ningún momento-, luego de esos años felices ,luego de vivirlos, bien sé de la imprescindible figura de Juan Carlos, de su inteligencia, y del papel esencial de la Corona en esa democracia .
Viva el Rey.
Mario Mactas
Publicado en weblogs.clarin.com/eltoquemactas
Llevado allí por los días y las cosas del vivir, llegué, precisamente, cuando se producía la inolvidable transición, la armonía entre enemigos , los históricos pactos: una primavera exultante y jugosa, todo el mundo a vivir , a ilusionarse, a empezar de nuevo, con tremendos obstáculos – pasado y presente dormían aún en la misma cama- , pero siempre con la vitalidad y la comprensión del rumbo que iban a llevar a España al pelotón de punta de las naciones modernas. El Rey lo hizo posible, y la Corona garantizó el proceso. Un rey para republicanos y monárquicos, para la derecha y para la izquierda.
Desde luego, fueron por su reparación y su identidad las antiguas nacionalidades que forman España, con sus lenguas y su visión , siempre con matices y detalles , con posiciones diferentes entre sus pueblos , entre sus individuos y sus instituciones. Pero se avanzó de modo nunca visto. Sin decirlo, se dijo vamos, vamos hacia allá, y en el camino veremos cómo resolver las diferencias. En todo momento, el Rey fue clave.
Por eso, después de haber estado más de una década en España – sin regresar a la Argentina en ningún momento-, luego de esos años felices ,luego de vivirlos, bien sé de la imprescindible figura de Juan Carlos, de su inteligencia, y del papel esencial de la Corona en esa democracia .
Viva el Rey.
Mario Mactas
Publicado en weblogs.clarin.com/eltoquemactas
Etiquetas:
El ojo arbitrario: el diario de Mario
viernes, 5 de octubre de 2007
jueves, 4 de octubre de 2007
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