Milagros López, la señora cubana genial y sabia; Lorena Toso en el rumor político, la información que no está en las agendas de los diarios ni en los títulos; Andrea Leonián en los deportes –me la deja picando muchas veces: creo que le voy a hacer un gol-; Alejandra Peñalba en el asiento del acompañante; Mariana Mactas en artes, espectáculos y vida moderna. Y uno , entre ellas. Una receta rara, con motores potentes. Dejemos a muchos otros seguir repitiendo necedades con tono solemne y espantosos errores de sintaxis y pronunciación: hay que soportar con bravura cantidades abrumadoras de mediocridad y suficiencia. Esos especialistas en todo, encantados de haberse conocido, tan vanidosos como ignorantes: la mayoría.
Tal vez nos critiquen , por obra de la vieja y verde envidia: que hablen , aunque sea bien, dijo Dalí.
Otro día les contaré cómo los loros del aire-nosotros, aquí puestos- y la producción son una y la misma cosa. Les contaré una parte de la historia, y ustedes armarán lo que falte.
El fluyente placer de la radio, deja, también, una resaca de puntos negros de este lugar del mundo, lo que queda después de mirar y hablar:
. Un babeante sentimentalismo que lo moja todo: somos buenos, queremos a nuestros “abuelos”(viejos, en general), lloramos cuando los niños van al colegio por primera vez. Qué asco. Náusea constante.
. Odio sistemático por la razón, el esfuerzo, el conocimiento, y amor invencible por la magia, todo lo que sea fácil, la promesa meliflua- “Quedate tranquilo: yo te lo arreglo”-, las ideas rabiosas y superadas por los hechos, el resentimiento.
Por suerte, también hay virtudes.
En este momento , no recuerdo cuáles.
Mario.
eltoquemactas@gmail.com
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