viernes, 11 de mayo de 2007

Naturaleza cyborg

Doll face


La máquina busca la belleza perfecta. Mira la cara de una niña que aparece en la ventana del televisor y se enamora. Quiere ser como ella. Pero la caja boba se aleja a medida que la muñeca posthumana consigue asemejarse a su hermosa cara. Y la maquinaria se descalabra hasta romperse antes de alcanzar la belleza plenamente.

El italiano Roberto Espósito afirma en su libro Immunitas, protección y negación de la vida que nos hallamos frente a una reestructuración radical de lo que hasta ahora llamamos cuerpo.
"Ya se lo piense como un texto codificado del que se debe hallar la clave genómica o como la terminal de una red informática de extensión planetaria, o aun como un objeto modificable por medio de la cirugía plástica y, antes, de la ingeniería genética, en todo caso entra en relación directa, y hasta simbiótica, con lo otro de sí: en el sentido específico y literal de que lleva dentro de sí su propio otro. Otro cuerpo, una parte suya, u otro del cuerpo: cosa, artificio, máquina."

En tanto, en la búsqueda permanente de la perfección, ésta nunca se deja atrapar, porque de lo contrario el deseo, motor del ser humano que nos mantiene vivos y despiertos, se extinguiría. Ya no habría verdad que desocultar. Sería el fin de la lucha por la supervivencia en un mundo perfecto, eterno, inmortal.
Esto que pienso, tiene su punto de conexión con una de las notas posteadas anteriormente en este blog. Clikeen aquí.

Mery
eltoquemactas@gmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay algo, en el rostro máquina, que desafía el sentido bienpensante del miedo de la militancia antitodo lo que no sea ideología y se asome a nuevas realidades.
Fernando Losecret.