miércoles, 27 de junio de 2007

Misteriosas aventuras de M.Appeal

Río me atraviesa lentamente II
Supero las primeras 100 páginas y el libro me deja turbada. Me inquieta, me irrita, me desconcierta. Algo se corre. ¿Qué es? Eso me pregunto aquí, en Brasil.
Ya se hizo de noche. Entro al Hostel, sobre la calle Casquinhas, y pienso en Charly: tengo que mandarle un mail.
En la habitación compartida, elijo la cama vacía de abajo de una de las cuchetas que dan a un gran ventanal. Arriba duerme una chica de Dinamarca. Luego descubro a Giuliano; es de San Pablo y tiene mi misma edad.
Al día siguiente, me lleva a Macumba, una playa casi virgen, desolada. Él baja del auto las tablas de surf y yo llevo mi libro.
Me sorprende la calma absoluta, y el sol me tumba en la arena. Miro cómo Giuliano se pone la malla y se ajusta el lazo de la tabla en la muñeca derecha. Bajo un poco los ojos hasta llegar a su ombligo, de donde se desprende la figura de una mujer asiática, que cubre la zona abdominal izquierda. Quedo detenida allí, 20 segundos. Hasta que me da la espalda y corre hacia el mar, pensando en las olas. El agua está tan agitada por los bodyboards que parece que el mar tiembla.
Antes de quedarme dormida, abro en el capítulo La película pornográfica y en la página 134 leo que hablan del tenista: "–Crawford es un hombre popular. Todo ese entusiasmo es bastante atractivo. –Por eso es peligroso. Como toda la gente ingenua. Nadie se le resiste. –Impresionante. ¿Quién es en realidad? –Ni Bobby Crawford lo sabe. Antes del desayuno es tres personas diferentes. Por la mañana saca del armario una de esas personalidades y decide cuál va a vestir ese día... Hablaba con aspereza como negándose a que la atraparan las galanterías de Crawford, pero en apariencia inconsciente de la sonrisa afectuosa que le asomaba a los labios, como una amante que recuerda una vieja aventura."
Avanzo un poco más, quiero seguir, pero escucho que Giuliano me llama. Levanto la vista y veo que me hace señas para que vaya al agua. Me abraza y me da un beso mojado. Una descarga eléctrica me recorre la espalda y mi piel se eriza.
Por un momento, dejé de pensar en el libro.
Continuará.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmm.. me encanta ese calido lugar,me despabila un poco,me saca de este frio espantoso!!segui...segui.paul

Anónimo dijo...

En el programa de la fecha, el comentario sobre los macanudos que se dedicarán a "demoler" los interiores de un hotel me pareció de una supina superficialidad. Pensar que esos tipitos se van a desestresar aporreando artefactos que a muchos ayudarían donándoselos es propio de esta época hueca, opaca y carente de todo sentido humanista.

Pasando a un tema un tanto más procaz: la cuna futbolística del Pato Abondanzieri y del Cata Díaz es Rosario Central. Allí comenzaron y allí demostraron ser deportistas cabales. En el fútbol, la Argentina tampoco termina en la General Paz.

No sigan así...

Anónimo dijo...

Demoler hoteles, esa manera de curarse,ponele comillas, no entra, así lo veo yo, en la fila un poco cándida de si se hubiera hecho aquéllo, no pasaría lo
que pasa.
Ll egaron a la Luna, hicieron este intrumento global ,inmediato, que está comunicándonos. Lo hicieron los hombres, en lugar de conseguir que comieran suficientemente otros hombres. Así va, así funciona. Tus razonamientos y sentimientos, no obstante, siempre tendrán valor y son necesarios.
Mario.

Nahuel Altieri Abogado dijo...

Tu narrativa es rica en palabras.

Anónimo dijo...

Así va, así funciona.

¿Filosofía de la resignación o acomodada resignación burguesa?.

¿En cuantos espacios tendremos que resistir?

Anónimo dijo...

Sigo a M. Appeal como perro de sulky.
Goodfornothing.