El ojo arbitrario

. Vuelvo a “English Brakfast”, el libro de Juana Libedinsky, refinada periodista y entrevistadora viajera. Gran Bretaña y los Estados Unidos, son sus cuarteles generales, aunque es argentina, ciertamente, y publica en “La Nación”. Se diría que Juana se ha especializado en estrellas del pensamiento, la cultura y la ciencia, siempre algo extravagantes y con una enorme seducción.
En este caso, son escritores, historiadores, expertos en arte, científicos a la vez rigurosos y mediáticos. Pongo por ejemplo a la baronesa Susan Greenfield- el título le fue otorgado por Elizabeth ll-¿o fue Helen Mirren, que tan genialmente la interpreta en el cine?- ,precisamente por su aporte a la ciencia. Greenfield es la principal especialista inglesa en el estudio del cerebro-con programas de televisión sobre el tema-, nació en el 51 y lleva siempre abrumadoras minifaldas que cubren poco. Justito, el personaje Libedinsky, como para que vean.

. Llega un mensaje furibundo contra mí, por una entrevista de radio. Se juzga que admití todo lo que se me decía, y que quien lo decía era un lobbista encubierto, o parecido. Es un texto colérico, bueno, está bien, pero, además injusto. Me lo banco y lo tengo en mi correo personal, para contestar también personalmente, y si no está aquí es porque nombra a colegas y compañeros de trabajo de manera ofensiva. No está aquí por ellos, no por mí. De todos modos, sereno y ocupado, sé que nunca respondí a juegos raros ni a operaciones.
Las manos, limpias, guapo.

.De un poema de Jaime Gil de Biedma: “Vivir/como un noble arruinado/entre las ruinas/de mi inteligencia.”

Mario.


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