lunes, 21 de mayo de 2007

En la perra calle


Toro viejo al volante

Mario y chicas:
Mi trabajo me lleva a estar horas viajando por una de las zonas más ricas denuestro hermoso país, parte del norte de la provincia de Bs. As. y el sur dela prov. de Santa Fe.La verdad que me encanta mi trabajo, soy Ejecutivo de Ventas de una empresamultinacional, no importa cual, y lo disfruto mucho.Lo que les voy a contar me pasó la semana pasada, pero no es la primera vesque lo veo. A la hora del almuerzo trato de parar en esas parrillitas queuno ve al costado de la ruta, y que la verdad, uno lo piensa dos veces antesde entrar a comer ahí, pero generalmente se come muy bien. La mayoría deestas son parada segura de los "amigos" camioneros. El martes, me encontrabacerca de la ciudad de Colon, Prov. de Bs. As., almorzando en una de estasparrillitas. En la mesa a mi lado, dos corpulentos señores, disfrutaban unaverdadera panzada de empanadas, asado, papas fritas, y una muy compañerabotella de Vino Toro. Desde que me senté al lado de ellos, lo único que lesescuche decir fue "otra botella". Los dos muchachotes ni se miraban, con suscabezas bajas le daban al diente a mas no poder, y trago mediante para noatorarse. No faltó un budín de pan con dulce y un vigilante para que cadauno le ponga un broche de lujo, a tan tremendo almuerzo.Yo pagué mi cuenta unos minutos antes que ellos, y al salir una llamadaretrasó mi entrada al coche, y ahí los vi a los dos, sin muchas palabras dedespedidas, uno para cada lado se alejó de la puerta de la parrilla, con lapanza bien llena de comida y de un tubito de VINO cada uno, y no, no sefueron a dormir una muy merecida siesta, no...Cada uno de estos muchachotesse subió a su CAMIÓN!, y con mucha tranquilidad e impunidad, se montaron ala ruta y cada uno tomo su rumbo...La semana pasada recorrí unos 700 km. por rutas con mucho transito decamiones, estamos en una época muy especial para que estas moles llenas desoja viajen como puedan, si como puedan, ya que la mayoría son máquinasantiquísimas, sin luces, destartalados, y, en algunos casos, con Torosviejos al volante. En estos 700 km. saben cuantos controles de alcoholemiapasé, NINGUNO, y cuantos controles me pararon...NINGUNO, y cuantos controlespasé...NINGUNO. En 700 Km., cuantas patrullas vi..... NINGUNA !!!!!!!!!Mete miedo !, no??

Un abrazo.
Gastón.
PD.: Gracias por la compañía.
eltoquemactas@gmail.com

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ayyy,miedisimo!!!
alejandra

ani. dijo...

Razón tenés, Gastón. Y lo triste es que los controles de alcoholemia se están haciendo, en capital, por. ej. a las 8 o 9 de la noche de un viernes o sábado (a nosotros nos tocó el viernes pasado antes de las 10), cuando todos sabemos que los pedales fuertes aparecen digamos, posterior a las 2 o 3 de la mañana. Si pescan alguno a esa hora temprana será seguro un perejil que trae encima 2 copas de vino en lugar de 1 o nada, pero a los que vienen con tequila, ginebra y demás en moto, por. ej. no los van a encontrar antes del amanecer. Lo de siempre. Intenciones que siempre quedan en eso.

Anónimo dijo...

Tremendo pero no es de extrañar. Del control de acoholemia nis sueñes.... En la ruta 14 el negocio es la multa fotográfica, la real y la inventada. Si, a mi me tocó, me hicieron una en Ubajay (cerquita de Colón) por viajar a 63 en un lugar de máxima 60. La pagué y la sorpresa llegó cuando me enviaron inventada de otra localidad cerca de Concordia exactamente a la misma hora, pero de 15 días posteriores a la fecha en que regresé a Bs.As.
¡Cuantas cosas para arreglar!
¡No nos desanimemos, debemos dejarle un país mejor a nuestros hijos!
Saludos
Guillermo

Anónimo dijo...

Miedísimo, miedísimo,miedísimo, miedísimo. Toneladas de metal intoxicadas.
Spilane.